Laura Sandoval
Lo retro esta de moda.
Hace 27 años sonaba en la radio Wonderwall de Oasis, High & Dry de Radio Head o Army of Me de Björk y en el cine la gente estaba viendo Batman Forever o Jumanji. Han pasado ya 27 años desde entonces y tras algunos episodios en la vida mundana donde incluso una pandemia se hizo presente, es decir muchas situaciones tuvieron que pasar para que dos equipos legendarios volvieran a verse las caras en playoffs.
Gracias a estas dos franquicias muchos vieron nacer su amor por la NFL, los Dallas Cowboys y los 49ers de San Francisco desde la década de los ochentas han creado historias y por supuesto han sido cuna del nacimiento de grandes estrellas.
El escenario lucía muy distinto hace algunos años donde Troy Aikman y Steve Young eran quienes comandaban los controles de sus respectivos equipos y las circunstancias eran muy diferentes; bastantes jugadores y entrenadores han pasado por estas filas hasta llegar al día de hoy donde dos nuevos nombres tendrán el honor de brindar honor y gloria a alguna de estas dos épicas franquicias.
Un duelo de bastantes pruebas para los Cowboys con un grado de responsabilidad muy fuerte para Dak Prescott. Sabemos que el QB del equipo de la estrella solitaria hizo valer su talento con un jugoso contrato que lo convierte en el mejor pagado de la liga y ahora llegó el momento de demostrar que cada dólar lo vale a estas alturas de la temporada donde se juega vivir o morir y bajo la misma regla será medido Ezekiel Elliott.
Esta campaña los Cowboys sorprendieron a propios y extraños con una marca ganadora elevada a la expectativa de lo que se tenía planeado, terminando con un 12-5 donde los partidos perdidos realmente en algunos el destino hubiera sido distinto.
Los Cowboys han construido un equipo de las cenizas renaciendo con una defensa que esta perfilándose para en algún tiempo ser una de las mejores de la liga y este domingo tendrá un sinodal muy fuerte que no escatimará en ponerla a prueba.
Será un espectáculo en todos sus departamentos de ambos equipos ya que solo han un ticket para continuar en el viaje al súper domingo. Hoy muy ligeramente las apuestas favorecen al equipo de Dallas pero será tan competitivo que es difícil de pronosticar y algo que nos ha enseñado esta temporada es que cualquiera le puede ganar a cualquiera sin importar la localía.
“Estoy muy entusiasmado”, dijo el coordinador defensivo de los Dallas Cowboys, Dan Quinn.
Explicó que creció viendo los partidos entre los Cowboys y 49ers a principios de los 90 y que ese entusiasmo radica en que es su primer juego de playoffs con Dallas y contra un rival muy importante para los Texas.
Los jugadores de los Cowboys vivirán una exigencia física muy fuerte que será un gran reto para el tipo de juego que manejan en la actualidad, esto sumado la presión de cumplir con las expectativas generadas y la sed de triunfo que se ha mantenido por ya un poco mas de 25 años sin ver un resultado concreto. Esta victoria podría representar un bálsamo para los seguidores del equipo con la confianza que esto representa para un futuro.
Así que el domingo será el momento en el que los Cowboys aún con estadísticas, números y predicciones en contra tendrá que salir a demostrar por que son los reyes de la División Este de la Nacional y porque quieren ser los mejores de la liga.
“El éxito es como cualquier cosa que vale la pena. Tiene un precio. Tienes que pagar el precio para ganar y tienes que pagar el precio para llegar al punto donde el éxito es posible. Lo más importante es que debes pagar el precio para quedarte ahí”.
Vince Lombardi.
