Laura Sandoval
Lo que el Fumble se llevó.
La temporada regular está agonizando y el tic-tac de los playoffs está a punto de arrancar. Los Dallas Cowboys para sorpresa de muchos, incluso de los mismos fanáticos ha sido elevado el desempeño sin caer en la perfección, ya que hay bastantes áreas de oportunidad en algunos departamentos. Sin embargo, los Boys han ido creciendo y acoplándose entre ellos e incluso con el compañero incomodo llamado Covid-19 que juega en la peor posición.
Pese a lo señalado, los Cowboys llegaron a la semana 17 como campeones del Este de la Conferencia Nacional, lugar que hace bastante tiempo no visitaban pero sabíamos que enfrentar a los Arizona Cardinals no sería tarea fácil, puesto que para impacto de muchos, los Cardinals también tuvieron una temporada muy buena y sabemos de antemano que poseen grandes habilidades como equipo.
El escenario estaba puesto y los actores también, los Dallas Cowboys salieron al terreno de juego con el estigma de que los Cardinals nunca habían perdido como visitantes en la casa de los Boys y bueno para continuar con la tradición el panorama no cambio.
Durante semanas sabemos que el gran espíritu del equipo ha radicado en una defensa que sólo le podía dar vida el gran Coach generador de la “Legión Boom” en Seattle, el gran Dan Quinn que más allá de los tecnicismos y demás, la actitud y el compromiso que tiene con el conjunto es enorme, tanto así que hace unas semanas rechazo la oportunidad de ser HC para los Jacksonville Jaguars, que vaya novela que han vivido esta campaña con un príncipe encantador que brilló por su derrotas y un Coach que creía que seguía en el colegial, pero en fin esa es harina de otro costal y regresemos a lo que no atañe.
Perder el encuentro contra los Cardinals trae consigo muchos factores y cabe señalar la inconsistencia y desatino del pateador Greg Zuerlein que no es por amedrentar pero el factor clave en las derrotas del equipo esta campaña vaya que carga con una gran responsabilidad, puntos muy importantes que hubieran dado un giro completamente distinto en el destino de los encuentros. Aquí entra el primer factor, los Cowboys tienen armas importantes en ambas líneas pero ¿Serán suficientes para no tener que depender de un pateador? Sabemos que en postemporada el mundo se vuelve a reajustar y es cómo si empezara de nuevo una mini liga, claro con el factor diferencial que estas jugando contra los mejores.
Este factor es determinante, ya que es y ha sido clave como lo comentamos en las derrotas de los partidos pasados y ahora con este descalabro los Cowboys siguen siendo los reyes del Este pero con ello, retroceden en la cuestión ofensiva vemos como otra vez les cuesta trabajo poder articular las piezas en el juego terrestre y más frente a rivales competitivos. Tristemente en este encuentro perdimos a uno de nuestros mejores receptores con habilidades de otro mundo, el gran Michael Gallup que se perderá ya lo que resta de la temporada y que se convertirá en agente libre, con ello podemos pensar que posiblemente haya sido la última vez ataviado con los colores del equipo azul y plata.
Los Cowboys han estado jugando contra el rival, el arbitraje y contra ellos mismos, varios balones sueltos y exceso de castigos han causado grandes estragos en el planteamiento del juego, que decir de las decisiones por el Coach Mike McCarthy que también han sido bastante cuestionables como lo sucedido en último drive dónde por no contar con tiempos fuera, no pudo lanzar el pañuelo rojo para retar la jugada que claramente era un fumable de Chase Edmonds.
Con todo esto ahora con un récord de 11-5 ya no se tiene el triple empate con los Bucs y los Rams. Los Dallas Cowboys ahora ocupan el cuarto lugar de la Conferencia Nacional.
Si los playoffs se jugaran ahora mismo se enfrentarían nuevamente ante Arizona. Tendremos que esperar lo que suceda con los Rams y los Bucs esta semana para tener que todo este determinado. Sin embargo, este juego era clave para llegar con mejores ojos frente al encuentro divisional ante Philadelphia Eagles que han estado creciendo en pocas semanas y que será en su casa con condiciones climáticas bastante heladas y aparte sin el mejor elemento defensivo del equipo Micah Parsons quien ha entrado al protocolo de COVID-19.
Es por ello, que los Cowboys fracasaron en la misión de dar batalla por el primer puesto de la NFC y así ponen en duda su actuación en postemporada.
