Estanislao Higareda
¿Falta de compromiso?

Este periodo de off season ha sido un poco desangelado para los 49ers. La contratación más llamativa ha sido la del CB Charvarius Ward, proveniente de los Chiefs, la cual se puede considerar como acertada basándonos en las necesidades del equipo. Por otro lado, se han perdido jugadores importantes como Laken Tomlinson y D.J. Jones quienes gozaron de interesantes contratos por parte de los Jets y Broncos respectivamente.
Todo esto es normal en una situación de Agencia Libre. Se pueden retener algunos jugadores y a otros no. El punto es balancear y compensar las pérdidas de manera que los efectos no sean tan notables. Incluso los Rams con su gran manejo el cap, han sacrificado jugadores de no tanto renombre pero importantes en el desempeño del equipo, para traer refuerzos en otras líneas para mantenerse competitivos. Un aspecto del cuál los 49ers podrían aprender un poco, ya que a pesar de tener algunas decisiones buenas en el Front Office, algunas pueden ser bastante cuestionables. De manera específica, me refiero a la situación del Quarterback.
A pesar de que se ha manejado la narrativa de Trey Lance como titular en la temporada 2022 comandando la ofensiva de los 49ers, la incertidumbre del caso de Garoppolo se ha convertido en un a distracción al generarse muchas preguntas al respecto de la situación del equipo.
Después de una importante cantidad de rumores respecto al interés de equipos por Garoppolo, John Lynch ha mencionado recientemente que nunca recibieron una propuesta formal para un trade por el jugador de SF, lo que indica que ninguna de las partes ha realizado un intento real por hacer alguna transacción, al menos hasta finales de marzo. Además, el propio Lynch comentó que Garoppolo no está contemplado para ser cortado, lo cuál indica que solo habrá dos posibilidades para ellos: Hacer el trade eventualmente o seguir con Garoppolo en el roster durante la temporada.
En un sentido personal, creo que la segunda instancia mencionada es una de las menos adecuadas para el equipo. Los escenarios son: a) tener nuevamente a tu novato en la banca (por quien hiciste una importante inversión entregando picks) para continuar su “aprendizaje”, desperdiciando un año más bajo contrato de novato, teniendo como titular a Garoppolo nuevamente; o b) Poner a Lance como titular (como se ha manejado la narrativa en los últimos días) y tener a un suplente de 24 millones de dólares, en lo que sería un claro desperdicio de Cap Space.
Incluso un servidor, que considera que Garoppolo ha tenido una actuación satisfactoria en su tiempo con el equipo, tiene que pensar en el futuro del equipo y si tenemos la posibilidad de iniciar una temporada competitiva con un talento como el de Trey Lance, deberíamos hacerlo ahora que tenemos una buena ventana con jugadores clave asegurados a largo plazo (al menos tres años) y no tener la presión de tener que pagarle al QB novato, un contrato que podría ponerlo fuera del alcance.
Garoppolo es evidencia de esto. Su salario para esta temporada representa aproximádamente el 13% del total establecido para el 2022. Las estadísticas marcan que no ha habido un equipo en la historia de la Agencia Libre que haya ganado un SB con un QB que tenga más del 12% (Tom Brady puso ese límite) del cap del equipo, lo cual se entiende considerando que un costo tan amplio, limita lo que puedes hacer con el personal y manejo de salarios (de ahí el gran valor de jugadores que sobrepasan expectativas cuando son novatos como Bosa, o Kittle en su momento).
Este punto se manifiesta más cuando vemos que el equipo está muy lejos de ser perfecto. La OL se encuentra en una situación complicada y hay necesidades imperantes, sobre todo en el área de Guards y ese dinero habría ayudado a traer a un buen refuerzo en dicha posición. Sabemos que hay cierta confianza en Aaron Banks ahora que jugará en su posición natural (LG) con la salida de Tomlinson, pero eso sigue dejando al lado derecho de la línea como la parte débil (Brunskill es mediocre a lo mucho y aunque lo salvan sus actuaciones ante Aaron Donald, no mantiene ese nivel en otros juegos). Además, McGlinchey sigue siendo una interrogante, aunque ya estará en año de contrato y ello puede aumentar su nivel.
Retomando nuestro tema, es de notarse que esta “batalla de QBs” no ha sido manejada adecuadamente e incluso se ha llegado a percepciones inverosímiles como la mencionada recientemente por el dueño del equipo, Jed York, comparando la situación con aquella polémica que surgió por tener a Montana y a Young en el equipo. Obviamente, esto es una exageración, y al menos a mí, me hace pensar que no hay una idea totalmente clara respecto al futuro de la franquicia en este ámbito y se busca generar confianza a través de comparativas innecesarias.
Lo que me tranquiliza ligeramente es que el aspecto involucrado al desempeño del equipo no será muy diferente. Sabemos que Jimmy es efectivo y puede ayudar al equipo a llegar a play-offs y hasta instancias de Super Bowl; mientras que Trey Lance parece tener habilidades físicas que lo ponen por encima del nivel por de Garoppolo, dando una dinámica diferente al equipo. Podría decirse que no importa quien quede: el equipo estará bien, PERO, se podría estar MEJOR, y ello podría ser la diferencia entre ganar un título y quedarse en la orilla.
El tiempo nos dirá si estas decisiones han sido correctas o no. El equipo está armado con una gran cantidad de jugadores de primer nivel y definitivamente debemos exigir un resultado acorde a ello. No estamos en reconstrucción, no estamos escasos de talento. La falta de compromiso en la situación de QB tiene nervioso a más de uno de nosotros como aficionados. Finalmente, las perspectivas y alcances del equipo, estarán determinados por los resultados y en ese sentido, Shanahan ha sido bastante irregular.
La historia en este periodo nos muestran que podemos esperar cualquier cosa, pero la incertidumbre no deja de ser incómoda para la afición. Esperemos que después del draft, el panorama en la posición más importante sea más claro y se aproveche la oportunidad para mantenerse competitivos.