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  • Foto del escritorReyo Pinkett

1988

Aún recuerdo a ese niño de 7 años, aficionado a la lucha libre, que todos los sábados prendía el televisor acostado en la cama junto a su papá para disfrutar de las funciones de la catedral de la lucha libre… La Arena México. Aún recuerdo a ese niño que pidió permiso para ver la televisión nueva que estaba en la sala de la casa, que, sin saber lo que sucedería al estar cambiando de canal, encontraría una de sus mayores pasiones.


Aún recuerdo esa cara de asombro al ver a 22 personas uniformadas, con cascos, hombreras y un balón de forma oval, aún recuerdo esa emoción en su rostro al ver la rudeza y los golpes que se daban en cada jugada, mismas que hicieron que este niño quedara atrapado en ese deporte.


Sin tener mucha información de lo que estaba viendo y a su escasa edad, ese niño investigó por sus propios medios lo más que podía, ya que su única referencia de un deporte grupal era el baseball, pues su papá era gran fan de los Dodgers de Los Ángeles y del "Toro Valenzuela”, ¡si! Era la década de los 80´s; ese niño sabía que era una labor difícil encontrar información de este deporte sin tener a alguien que lo guiara (recordemos que en esa época no había internet).


Pasaron un par de años para que aquel niño pudiera entender bien el maravilloso deporte del fútbol americano y sus reglas; en este trayecto encontró a muchos fans de los Steelers, Greenbay y Cowboys, equipos que muy gustados entre los mexicanos, (segumos en el México de los 80´s). Ese niño aún recordaba al equipo que lo asombró por primera vez, no podía olvidar ese uniforme rojo, blanco y amarillo, con una punta de flecha en el casco. Habían pasado tres años desde que aquel muchacho vio por primera vez a “su equipo”, Los Jefes de Kansas City, así le decían en español. Aún recuerda bien el año, 1988.


Recuerdo perfectamente bien ese 1988, y sobre todo, recuerdo a ese niño que se hizo fan de los Kansas City Chiefs. Todavía tengo en la memoria que los fines de semana de temporada de NFL trataba de encontrar un canal de televisión donde pudiera ver un partido del equipo que lo enamoró por primera vez. Ese niño aún recuerda 1988, el segundo año como profesional de Christian Okoye, el mítico jugador numero 35 al que apodaban la “pesadilla nigeriana”.



Para 1993, con un Dave Krieg -QB titular- y Christian Okoye lesionados, se da a conocer la noticia que mediante algunos intercambios llegarían dos importantes figuras de la NFL al equipo, Marcus Allen, corredor proveniente de los Raiders de Los Ángeles y el dos veces ganador del Super Bowl, Joe Montana, éste último trayendo nuevos fans a los KC Chiefs y dando una gran esperanza a los fanáticos de antaño en ver al equipo campeón. Ese mismo año, los KC Chiefs llegaron al juego de campeonato de conferencia contra los Bills de Buffalo, perdiendo con un marcador de 13 – 30. Un año después, y perdiendo el juego de comodín contra los Delfines de Miami de Dan Marino, Joe Montana anuncia su retiro.


Aquel chico nunca perdió ese amor y pasión por los KC Chiefs y ya convertido en adolescente, en la década de los 90´s, recuerda las temporadas buenas y malas. Fue la primera década del nuevo siglo, que los Kc Chiefs vivieron una época de obscuridad, teniendo temporadas perdedoras; en ese periodo, el muchacho, pensaba que la gloria no era para todos y justificaba ese pensamiento diciendo que existían deportistas y equipo exitosos sin lograr obtener la presea máxima, como Dan Marino y sus Delfines de Miami, Jim Kelly y sus Bills de Buffalo, Karl Malone y sus Jazz de Utah en la NBA,Ken Greffey Jr y sus Mariners de Seattle en la MLB; en ese época, él veía a los KC Chiefs como los sinodales difíciles para los equipos que desearan llegar al Super Bowl, ese joven sabía que los Chief eran la aduana más agresiva para conquistar el trofeo Vince Lombari.


Fue en el 2013 que los Chiefs anuncian la contratación del HC Andy Reid, después de una temporada con record de 2 – 14 siendo el último equipo en la tabla y dándonos acceso al pick número 1 del draft de ese año, mismo draft en que se seleccionó al LT Eric Fisher como pick 1 global y en el pick 63 al TE Travis Kelce. Sin saber que era el inicio de una reconstrucción gloriosa, también se anuncia la llegada de un guerrero de este deporte, portando el número 11 en el dorso…, sí, hablo de Alex Smith, proveniente de los 49ers, para dar temporadas buenas, sumado a las buenas contrataciones y selecciones de los siguientes drafts.



Pero no fue hasta cuatro años después que los KC Chiefs, y después de 34 años de no elegir a un QB en primera selección, podían presumir por fin una reconstrucción de su equipo con el intercambio que realizaban con los Bills de Buffalo por el pick 10 del draft del 2017, seleccionando a un joven QB de la Universidad de Texas Tech llamado Patrick Lavon Mahomes II, quien cambiaría el rumbo y la historia del equipo.


Patrick Mahomes no sólo cambió la historia de los KC Chiefs, si no también la vida de ese niño que desde los 10 años tenía la ilusión de ver a su equipo ganar un Super Bowl. Tuvieron que pasar más de 30 años para que ese niño, pudiera sentir por primera vez en su vida, la alegría de ver al equipo que lo enamoró en 1988 levantar el trofeo Vince Lombardi.



Hoy, ese niño convertido en un adulto y con su propia familia es el que te escribe estas líneas. Espero que disfrutes este viaje y las historias de este niño conocido como Reyo Pinkett. Bienvenidos a Freak NFL.

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